● El medio ambiente desempeña un papel fundamental en la creación y diseminación de dichas resistencias
● Una infección de garganta común o una simple extracción de muelas podrían volverse mortales debido a esta pandemia silenciosa, que ya causa unas 4.000 muertes anuales en España
● Los restos de antibióticos se deben llevar al Punto SIGRE de la farmacia
Si bien la causa principal de la resistencia a los antibióticos es el uso inapropiado de los mismos, el medio ambiente juega un papel clave en la generación de estas resistencias, ya que es el escenario donde las bacterias se adaptan y se intercambian genes de resistencia entre ellas, lo que les permite sobrevivir y multiplicarse aun en presencia de los antibióticos.
De esta forma, se ha demostrado que las bacterias presentes en los suelos y aguas pueden desarrollar resistencia al entrar en contacto con sustancias antibióticas que han sido liberadas como consecuencia de la actividad humana. Debido a la farmacorresistencia, los antibióticos (en el caso de las bacterias) y otros medicamentos antimicrobianos pasan a ser ineficaces y las infecciones son cada vez más difíciles o imposibles de tratar.
Ante las enfermedades farmacorresistentes, que podrían llegar a causar 10 millones de muertes anuales en 2050 -más que las producidas por el cáncer- y que ya provocan unas 4.000 muertes anuales en España, se hace imprescindible abordar esta “pandemia silenciosa” a través de una estrategia One Health o de “una única salud” que integre la salud humana, sanidad animal y medioambiental.
Ante esta problemática, SIGRE Medicamento y Medio Ambiente trabaja desde una triple perspectiva: gestión de los residuos de medicamentos y sus envases, uso responsable de los medicamentos y sensibilización ciudadana.
Si una vez finalizado el tratamiento prescrito por el médico se originan restos de antibióticos, deben depositarse en el Punto SIGRE de las farmacias, de tal forma que se garantice su correcto tratamiento medioambiental y no lleguen a contaminar nuestros ríos y suelos. Esta práctica reduce también el peligro para nuestra salud de reutilizar los antibióticos sobrantes o aprovechar los que se hayan recetado a alguien cercano.
Un tercer factor clave de la contribución de SIGRE ante este importante problema es la sensibilización social, para transmitir al ciudadano que este fenómeno es uno de los principales riesgos al que nos enfrentamos como sociedad. La implicación de todos es fundamental y por ello SIGRE se suma al Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, apoyando la divulgación de contenidos e informando a la población a través de sus canales de comunicación.
En este sentido, Humberto Arnés, presidente de SIGRE, señala que “todos los medicamentos, incluidos los antibióticos, incluyen en su prospecto una leyenda para promover entre los ciudadanos la adecuada eliminación de sus residuos, tanto restos de producto como envases, a través del Punto SIGRE de las farmacias. De esta forma, contribuimos a cuidar de nuestra propia salud y del medioambiente”.