n.º 90 diciembre 2024

ENTREVISTA

Entrevista a Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos

El Consejo General de Farmacéuticos ha sido pionero en la incorporación del componente medioambiental en su Código Deontológico. ¿Qué viene a significar este hito para la profesión farmacéutica?

Como profesionales sanitarios, los farmacéuticos tenemos claro que la salud sólo puede abordarse con una visión global que tenga en cuenta la estrecha relación entre la salud de las personas, la de los animales y la del planeta. A través de SIGRE tenemos una larga y firme trayectoria de compromiso medioambiental para la correcta eliminación de los residuos de medicamentos. Sabemos que no puede haber personas sanas en un planeta enfermo.

Sin embargo, no basta con saber. Preservar el medio ambiente y, con ello, nuestra salud requiere cambiar comportamientos, una cuestión en la que los profesionales sanitarios podemos influir de forma decidida y servir de ayuda y de ejemplo a la sociedad.

Por eso, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos decidimos integrar en nuestra Estrategia Social un eje específico sobre el medioambiente y la transición ecológica. Y, en el marco de esa estrategia, y tras la publicación de la Guía de Ética Ambiental elaborada por Unión Profesional y la Universidad de Alcalá, los farmacéuticos nos ofrecimos voluntarios para ser los primeros profesionales en integrar formalmente el componente medioambiental en nuestro Código Deontológico, una norma que es de obligado cumplimiento para los profesionales.

El resultado de este compromiso fue la inclusión de un apartado específico en el  Código de Deontología de la Profesión Farmacéutica en el que se recogen deberes de protección del medioambiente y correcta eliminación de residuos de los medicamentos. Pero también el compromiso de los farmacéuticos con un uso eficiente de los recursos, la obligación de favorecer información de carácter medioambiental a los pacientes que pueda afectar a su salud y la voluntad expresa de participar en tareas de concienciación social sobre la visión one health.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la estrecha relación entre salud y medio ambiente, estimando que en Europa cada año los factores ambientales causan el 13 % de las muertes. ¿Cómo puede la farmacia contribuir a reducir los determinantes ambientales de la salud?

Los farmacéuticos estamos en toda la cadena del medicamento, en la investigación, la industria, la distribución, la farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria, por lo que contribuimos a reducir el impacto ambiental desde muchos frentes.  Por un lado, ayudamos a un uso más responsble de los medicamentos, revisando medicaciones, a través de sistemas personalizados de dosificación, con programas de adherencia… contribuyendo a un mejor cumplimiento de los tratamientos y a un mejor uso de los recursos, ayudando a reducir la generación de residuos.

Por otro lado, la profesión farmacéutica trabaja en la reducción del uso de materiales y la utilización de tecnologías más sostenibles, que también contribuyen a minimizar el impacto ambiental.

Además, no nos cansamos de innovar con iniciativas que ayudan a mejorar el cumplimiento terapéutico pero que también tienen un componente de mejora medioambiental importante como la dispensación colaborativa que acerca los medicamentos hospitalarios a los pacientes a través de la farmacia comunitaria y evita desplazamientos. Esta iniciativa, por ejemplo, está ya operativa en ocho comunidades autónomas y estimamos que su extensión a todas las autonomías permitirá beneficiarse de ella a 1,2 millones de pacientes a los que evitarán 11,6 millones de desplazamientos al hospital para recoger su medicación, reduciendo así en 30.600 toneladas de CO2 las emisiones.

Y, por supuesto, las farmacias colaboramos también con esa tercera “R”, la de reciclar, facilitando al ciudadano la recogida de envases y restos de medicamentos en el Punto SIGRE de alguna de las más de 22.000 farmacias españolas.

 

El farmacéutico cumple un papel clave en SIGRE. Tras 23 años de la implantación de los Puntos SIGRE en las farmacias, ¿cómo valora esta iniciativa?

El modelo de SIGRE, como alianza medioambiental de toda la cadena del medicamento, es un modelo de éxito que, probablemente, no tiene comparativa en ningún otro sector. La enorme capilaridad de la red de farmacias española ha sido crucial en este éxito ya que todos los ciudadanos tienen identificado a pocos metros de su domicilio un punto SIGRE para desechar los medicamentos caducados y sus envases. Pero también un punto donde un profesional sanitario, su farmacéutico de confianza, puede ayudarles a saber qué medicamentos pueden desechar y cómo deben hacerlo, un profesional sanitario que puede asesorarles. De hecho, hace tan sólo unos días, una encuesta del CIS confirmaba que las farmacias son el servicio más cercano y mejor valorado por los españoles lo que, como en el caso de SIGRE, nos confirma una vez más que contar con la farmacia es una garantía de éxito.

 

El uso adecuado del medicamento finaliza cuando sus residuos se depositan en el Punto SIGRE. ¿Considera que los farmacéuticos están implicados en la concienciación de los pacientes a este respecto?

Los farmacéuticos están muy comprometidos con esta tarea porque entienden el doble beneficio de la correcta eliminación de los residuos de medicamentos a través del Punto SIGRE. Por un lado, se produce un beneficio medioambiental y, por tanto, se contribuye directamente a ayudar a preservar la salud de todos. Y, por otro lado, se evita que los medicamentos puedan acabar desechándose inadecuadamente en la basura o tirados en la vía pública, lo que mejora la seguridad de la población.

El compromiso de los farmacéuticos con esta tarea es firme, no sólo a través de la ubicación del Puntos SIGRE en las farmacias, sino también a través de iniciativas como la revisión de botiquines. También a través de su participación en las tareas y campañas anuales de sensibilización.