n.º 80 julio 2022

EDITORIAL

La gestión de los residuos de medicamentos en una economía circular

La creciente escasez de recursos, el aumento de la demanda de materias primas o nuestro impacto sobre el clima son algunos de los motivos por los que debemos modificar urgentemente nuestro modelo de producción y consumo.

Si queremos alcanzar un desarrollo sostenible, que permita a las futuras generaciones cubrir sus necesidades, debemos avanzar rápidamente hacia una economía circular que optimice el consumo de recursos, minimice la producción de residuos y apueste por el reciclaje.

Por todo ello, desde SIGRE damos la bienvenida a la nueva Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular; una norma que incorpora la nueva normativa europea en este ámbito y que regulará, entre otros aspectos, la prevención, producción y gestión de los residuos con el objetivo de proteger el medio ambiente y la salud humana, con especial atención al medio acuático.

La adaptación a esta nueva normativa implicará, sin duda, un esfuerzo considerable por parte los ciudadanos, de las administraciones públicas y de todos los agentes económicos y sociales; un esfuerzo necesario e imprescindible si queremos disponer de una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.

En relación con los medicamentos, debemos resaltar que esta nueva Ley contempla, por primera vez en nuestro ordenamiento jurídico, una regulación específica sobre la gestión de los residuos de medicamentos, que se verá complementada con el desarrollo reglamentario que se recoja en el futuro real decreto de envases y residuos de envases.

Desde SIGRE valoramos muy positivamente esta regulación específica, que reconoce el modelo de funcionamiento que los agentes del sector farmacéutico (industria, distribución y farmacias) implantaron hace más de 20 años para ofrecer a todos los ciudadanos un sistema cómodo y seguro para desprenderse de estos residuos.

Sin duda, queda mucho por hacer. Pero este reconocimiento, la larga experiencia de SIGRE y el compromiso de todo el sector con esta iniciativa nos hacen ser optimistas, conscientes de que disponemos de las herramientas necesarias para afrontar los nuevos retos y seguir contribuyendo a una economía más circular y sostenible.