n.º 71 abril 2020

ENTREVISTA

Humberto Arnés, Presidente de SIGRE y Director General de Farmaindustria

La crisis del COVID-19 está suponiendo un reto sin precedentes para un gran número de sectores y, especialmente, para aquellos dedicados a la salud. Preguntamos a los máximos representantes de SIGRE sobre su repercusión en el trabajo que realizan los distintos agentes del sector farmacéutico: industria, distribución y oficinas de farmacia. Su labor, en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias, está permitiendo asegurar en todo momento el suministro de los medicamentos y productos sanitarios que necesitan los pacientes. Pero también nos interesamos por su contribución durante estos días al mantenimiento del sistema SIGRE, una muestra de su compromiso medioambiental.

La crisis sanitaria del COVID-19 ha puesto a prueba las capacidades de la industria farmacéutica de todo el mundo. ¿Cómo han reaccionado los laboratorios farmacéuticos en nuestro país?

Pues lo han hecho con la responsabilidad que implica ser los que investigan y desarrollan un bien tan esencial como el medicamento. Diría que nuestras compañías están trabajando en cuatro áreas esenciales. Una es la de investigación. La industria farmacéutica se ha volcado en ámbito internacional en conseguir con la mayor celeridad posible un medicamento o vacuna contra el nuevo coronavirus, y lo ha hecho en colaboración entre compañías y entre éstas e instituciones y centros de investigación públicos y privados. En muy poco tiempo hay ya decenas de candidatos a medicamentos y vacunas, y muchos de ellos ya en fase de ensayo clínico. Precisamente las compañías y hospitales en nuestro país están desempeñando un notable protagonismo, puesto que participan en alrededor de 40 ensayos internacionales en marcha.

Una segunda línea de trabajo es garantizar el suministro de medicamentos en medio de la situación tan compleja generada por la crisis sanitaria. Se trabaja tanto en ámbito europeo como en el español. Las compañías han aplicado en España planes de contingencia, y las 80 plantas de producción funcionan a pleno rendimiento, incluso incrementando la producción de determinados medicamentos cruciales en esta crisis, y se opera en coordinación con la Agencia Española de Medicamentos, distribuidores y farmacias para prevenir problemas y solucionar los que se presenten. El objetivo, que se está cumpliendo, es que a ni uno de los 25 millones de pacientes crónicos de nuestro país le falte su medicamento.

Un tercer ámbito son los ensayos clínicos. Más allá de los que se están poniendo en marcha sobre potenciales tratamientos para el coronavirus, las compañías trabajan, de nuevo de la mano de la Aemps, para que no se paralicen los estudios en marcha sobre otras patologías, salvaguardando en cualquier caso la seguridad de los pacientes participantes.

Y, finalmente, colaboran también en la lucha sobre el terreno contra la pandemia. Las compañías cooperan con el sistema sanitario y otras organizaciones sociales a través de donaciones de medicamentos y otros materiales sanitarios -incluso adaptando líneas de producción para fabricar productos de urgente necesidad- y de ayudas a organizaciones sociales, en especial para programas de asistencia a domicilio y de apoyo a residencias de mayores. Junto a ello, profesionales de las compañías farmacéuticas, en especial del área de Ciencias de la Salud, se han ofrecido como voluntarios para ayudar a las tareas de apoyo que las autoridades sanitarias consideren oportunas.

Creo, en definitiva, que nuestras compañías han dado ejemplo de capacidad de reacción, liderazgo, espíritu de cooperación y compromiso social en un momento tan complicado como el que vivimos. Y en esta línea seguiremos hasta superar esta tragedia.

¿Qué efectos ha tenido esta crisis en el funcionamiento del Punto SIGRE?

La emergencia sanitaria provocada por la crisis de la COVID-19 parece haber dejado a un lado todos los demás asuntos. Pero no debemos olvidar que existen otros retos que afrontar como sociedad si queremos avanzar hacia un mundo más sostenible y justo.

Por eso, la recogida de los residuos domésticos ha sido declarada por el Gobierno como un servicio esencial y la industria farmacéutica está contribuyendo a que el sistema SIGRE siga prestando un servicio imprescindible para el cuidado de nuestra salud y de la salud de la naturaleza. SIGRE ha remitido a las administraciones ambientales los informes de actividad que recogen las últimas medidas de ecodiseño que los laboratorios farmacéuticos han aplicado sobre sus envases y los resultados obtenidos en la gestión de residuos de medicamentos generados en nuestros hogares.

Además, se ha presentado el plan de comunicación para el año 2020, que incluye las campañas de sensibilización que se llevarán a cabo para seguir concienciando a la población sobre la importancia de gestionar adecuadamente estos residuos. De esta forma, incluso en estos momentos, la industria farmacéutica española sigue mostrando su compromiso con el medio ambiente y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.